Christopher Chitty

Hegemonía sexual. Política, sodomía y capital en el surgimiento de sistema mundial

En Hegemonía sexual, Christopher Chitty rastrea los quinientos años de historia de las relaciones sexuales capitalistas. Se trata, en este sentido, de una verdadera arqueología de la dinámica de clase burguesa por regular la homosexualidad, pero también de las formas de resistencia y lucha de clases en ese ámbito. Tras las huellas de la politización de la homosexualidad masculina en la Florencia del Renacimiento, en Ámsterdam, París y Londres entre los siglos XVII y XIX, así como en la ciudad de Nueva York durante el siglo XX, Chitty muestra cómo la sexualidad se convirtió en una dimensión crucial de la acumulación de capital, al igual que en una importante técnica de dominio burgués. Ya sea por medio del control de la sodomía masculina durante el gobierno de los Médici en Florencia, o de la reiterada acusación contra la aristocracia francesa de practicar una sexualidad monstruosa en la Revolución francesa, la burguesía usó tanto la restricción como la libertad sexual para producir y controlar a las clases trabajadoras, transformándolas en una herramienta de producción fiable, subordinada a la sociedad civil y al Estado. De este modo, al abordar la sexualidad como un campo de contienda social, esto es, como un espacio privilegiado de la lucha de clases, Chitty nos propone embarcarnos en una política que destruya la sexualidad como herramienta y efecto del poder. […]

Pierina Rondanelli

Homosexuales evangélicos: Expulsados del infierno y Renacidos en Gracia

El siguiente articulo da a conocer la experiencia de 8 homosexuales evangélicos y su proceso de asumirse como tales. El análisis de los datos se realizó a partir de la Teoría Empíricamente Fundamentada, que permitió obtener como principales resultados la existencia de 3 procesos paralelos: el del homosexual, de las familias y las iglesias. Lo que más destaca es que en el caso de homosexuales y familias, se vive un proceso que va desde la negación y duelo, hasta la aceptación e integración. En el caso de las iglesias, estas presentan mayor resistencia al cambio. […]

Artículos de revistas académicas

Contra la miseria relacional: Cultura homosexual y creación de formas de vida

El presente artículo se propone contribuir, desde una perspectiva queer, a una reflexión crítica respecto de los marcos normativos que regulan la sociabilidad gay, en un horizonte marcado por un alto grado de homonormativización que privilegia ciertos modos vida conyugalizados en desmedro de otros claramente disidentes. Tal estado de cosas, no solo produce efectos nocivos respecto de otras demandas legítimas del movimiento LGTB, sino que limita su capacidad transformadora. Nuestro trabajo se inscribe en un marco de análisis que, recuperando los aportes realizados por Foucault en entrevistas y escritos breves de los años ’80, vincula la cultura homosexual con la creación de nuevas formas de vida, o mejor, con una ética del cuidado de sí que involucra la exploración de nuevos placeres y la configuración de vínculos afectivos alternativos. Recuperando el análisis queer que David Halperin ofrece de tales textos, subrayamos el potencial ético y político que supone la creación de ciertas formas de vida por fuera de las expectativas heteronormativas, y así proponemos una nueva cartografía relacional que permita habitar y resistir los escenarios regulatorios que suponen los nuevos paradigmas “inclusivos” de la sociedad, matriz normativa que resulta afín a un movimiento gay institucionalizado, desprovisto de un genuino repertorio político de reclamos y reivindicaciones. […]

Artículos de revistas académicas

El debate sobre los orígenes de la homosexualidad masculina. Una revisión de la distinción entre esencialismo y construccionismo en historia de la sexualidad

Este artículo analiza el debate entre John Boswell y David Halperin en torno a los orígenes históricos de la homosexualidad masculina. Si para el primero es posible afirmar que existieron personas gays en la Antigüedad y el Medioevo, para el segundo la homosexualidad, tal como la conocemos, es un invento moderno. El artículo argumenta que entender este debate como un choque entre esencialistas y construccionistas sociales -tal como fue leído por sus comentadores- es problemático y sugiere una lectura alternativa a partir de las ideas de figuralismo e irrealismo. Como consecuencia, propone que además del esencialismo sexual, los estudios de género y sexualidad deberían desconfiar del esencialismo histórico y comprometerse con un pluralismo historiográfico. […]

Artículos de revistas académicas

Amorales, patoteros, chongos y pitucos. La homosexualidad masculina durante el primer peronismo (Buenos Aires,1943-1955)

La hipótesis central de este artículo plantea que la definición de los homosexuales varones como un grupo singular se consumó durante el primer peronismo, aún cuando la concepción de homosexualidad que caracterizó a la época, como ya veremos, era diferente de la que prevalece en la actualidad. El meridiano del siglo XX en la Argentina
urbana reveló una transformación del lugar social de quienes no cabían bien en las reglas de sexo/género socialmente construidas. Sus propias prácticas e identidades, las representaciones circulantes sobre ellas, y su situación existencial toda, se vieron vigorosamente modificadas con la segunda posguerra […]

Alberto -Beto- Canseco

¿Fracaso gay? Notas para una crítica de las gramáticas del éxito sexo-afectivo

Terminamos de ver una película de «temática gay» (todavía quedan algunas de este género, aunque cada vez menos). Tiene final feliz. No nos quejamos; antes veíamos películas y, si los gays aparecíamos en escena, estábamos relacionados con la
decadencia moral, moríamos víctimas de la violencia o de las complicaciones del VIH/Sida o teníamos una existencia insoportable que nos llevaba al suicidio. En tales representaciones rara vez teníamos pareja; excepcionalmente conocíamos algo ligado a la felicidad o al éxito. E insistimos, eso si es que llegábamos a aparecer. Ahora aparecemos más a menudo1, lo cual nos obliga también a preguntarnos acerca del modo
como aparecemos, o si se quiere, del modo como reconocemos un final feliz. En el porno gay este reconocimiento es fácil (en el hetero, imaginamos que también): todo acaba con el esperado cumshot. Pero, ¿y en una narrativa más amplia de lo gay, motivo
de series y películas de temática gay? Queremos decir que aunque nos estamos preguntando por los relatos que expresan las representaciones fílmicas, también nos inquieta cómo reconocemos que alguien que se autodefine como «gay» (puto, marica, trolo, joto, o cómo se llame) está «bien»; es decir, cómo sabemos que tiene éxito en su vida, qué indicios hay de que vive un prolongado «final feliz». No parece apresurado pensar que el final no es tan final, o que nunca llega a serlo completamente, y que solo adquiere apariencia de estabilidad a través de una repetición, lo cual supone un riesgo de fracaso persistente. En otras palabras, el éxito parece obedecer a una dinámica
performativa (Butler, 2005; 2007) […]

Arthur Evans

Brujería y contracultura gay

Para hacer una lectura decolonial e interseccional de Witchcraft and the Gay Counterculture debemos primero arrancarnos los ojos y el cerebro, desenroscar el laberinto de intestinos que habita nuestras tripas, extraernos los genitales, extirparnos la mirada, el pensamiento, las ideas, las creencias, las certezas que llevamos adheridas y, con sumo cuidado y cariño, introducirlos en una bolsa de basura y tirarlos al primer contenedor de residuos disponible.
Volver a casa, respirar hondo, cagarnos en todo y en tod*s durante el rato que fuese necesario. Cagarnos en la desposesión del cuerpo y los placeres, cagarnos en el género y sus mandatos, cagarnos en la monogamia y sus mezquindades, cagarnos en las jerarquías, en la academia, en el estado, en la nación, en las banderas, cagarnos en el mercado y las leyes, cagarnos en U 8 u los vínculos mercantilizados, en el sexo instrumentalizado, cagarnos en el trabajo asalariado.
Cagarnos en los héroes salvadores que nos trajeron, con sus gilipolleces visionarias, hasta aquí.
Y, una vez hecho esto, abrir el libro, y des-leer. […]